Uniformes Attdrys: La mascarilla a través de la historia
Durante este año hemos
sufrido cambios drásticos a consecuencia de la pandemia de Covid-19,
entre esos la obligación de usar mascarillas,
bien sea las quirúrgicas, las KN95 o las de tela, para evitar la propagación
del virus.
Sin embargo, esta no es la
primera vez que la humanidad debe adaptarse a cubrirse la cara como medida
preventiva por causa de alguna enfermedad
de fácil transmisión.
En los siglos XVII y XVIII
apareció la epidemia de peste que
generó el uso de máscaras para los médicos, que realmente fueron las más
extrañas que se hayan inventado, ya que tenían forma de pico de pájaro, acompañada
por lentes, un largo vestido de tela encerada, pantalones y guantes de cuero, y
un palo para tocar o alejar a los enfermos.
La máscara fue creada por el
primer médico de Luis XIII, Charles de Lorme, quien además recomendaba colocar en
el pico de la misma, esponjas impregnadas de alcanfor, láudano o vinagre, así
como plantas aromáticas como el tomillo, el clavo o la rosa, ya que en aquella
época todavía creían que las enfermedades no eran causadas por la transmisión
de patógenos como virus o bacterias, sino por malos olores.
Por su parte, los hombres
encargados de llevar los cadáveres a las fosas comunes cubrían sus vías
respiratorias con un paño doblado que se empapaba regularmente en vinagre. Actualmente,
este atuendo solo es usado por aficionados a los disfraces, por ejemplo, en el
carnaval de Venecia.
A finales del siglo XIX, se
demuestra la existencia de agentes infecciosos microscópicos, y que podían ser
transmitidos de individuo a individuo incluso a distancia, por lo que se diseñó
una mascarilla para que los
cirujanos eviten contaminar a sus pacientes, que se trató de una “venda bucal”,
una compresa de muselina que cubría la nariz y las fosas nasales.
Al pasar de los años, varios
doctores intentaron perfeccionarla, hasta que finalmente, dos de ellos
sugirieron usar un pedazo de tela rectangular, con dos tiritas para atarla
detrás de la cabeza.
Ya en el siglo XX, la peste de China, surgió en pleno 1910 en
Manchuria, y fue una de las grandes epidemias que hicieron avanzar la historia de las mascarillas ya que su
uso se extendió a toda la población, pero cuando terminó de masificarse fue con
la llegada de la epidemia de la gripe española, en los años 1918-1919.
Para ese momento se trataba
de un cuadrado de gasa, impregnado a menudo con antisépticos. Después de la
Segunda Guerra Mundial, se estableció un conjunto de normas para regular la
fabricación de estos implementos médicos
y garantizar su calidad.
En Uniformes Attdrys fabricamos mascarillas
de excelente calidad, con las telas adecuadas para evitar el traspaso
de fluidos que transmitan el virus
que afecta al mundo actualmente. Nuestros procesos cuentan con estrictas medidas sanitarias aplicadas por el
personal altamente calificado para su elaboración.
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